EL 1º ENCUENTRO ENTRE EL QUEEN MARY Y EL QUEEN MARY II
El pasado día 26 de febrero de 2.006, en el puerto de Long Beach (Califormia), el flamante buque insignia de la Cunard, el Queen Mary II homenajeó a su predecesor en el nombre, el Queen Mary, haciendo sonar sus bocinas.
El nuevo Queen Mary II, realizó una recalada ex profeso durante el crucero, que el día anterior había zarpado del Puerto de los Ángeles con destino a México con 2.400 pasajeros abordo. Lentamente fue aproximándose al viejo Queen Mary y al llegar a una distancia de ¼ de milla, la mínima posible por motivos de calado y seguridad, hizo sonar sus bocinas con las tres pitadas largas que el reglamento internacional de señales prevé como saludo. Fue contestado de igual manera y después de las fotos de rigor, maniobró de nuevo, poniendo proa a la mar para continuar su singladura. Fue la primera vez que ambos buques han estado próximos.
El Queen Mary, rindió su última singladura en ese puerto, el 11 de Noviembre de 1967. Desde entonces, siendo propiedad de la RMS Foundation, permanece abarloado a un muelle de esa localidad, protegido por una escollera de piedra en forma de media luna y en perfecto estado de conservación, sirviendo como museo y exposición didáctica. Así mismo, se le utiliza como un hotel de 350 habitaciones de lujo y como restaurante.
Este barco, fue construido por los astilleros John Brown and Company en Clydebank (Escocia). La puesta de su quilla se efectuó el 26 de septiembre de 1.934, realizando su viaje inaugural el 27 de mayo 1936. Barco destinado a ser el orgullo de la naviera y por ende de Inglaterra, se construyó con los máximos lujos. Pero la II guerra mundial se interpuso en sus singladuras, siendo transformado para su servicio, como buque auxiliar de transporte. Al término de la misma, siguió prestando servicios a las víctimas de la contienda y ya hacia 1.945, volvió a los quehaceres para los que fue construido. Su última singladura comenzó un 31 de octubre de 1.967.
Este buque tiene una eslora de 310 metros, desplaza 81.237 GTR. Mide 55 metros desde la quilla a el tope de la chimenea, repartidos en 12 cubiertas de pago para sus 1.957 pasajeros y 1.174 tripulantes. La velocidad máxima que alcanzaba, era de 28,5 nudos, gracias a una planta propulsora de 160.000 HP producidos por turbinas de vapor.
El actual Queen Mary II mide 35 metros mas, desplazando 151.400 GTR, siendo su altura de 72.2 metros desde la quilla al tope de la chimenea. En sus 17 cubiertas, alberga 2.620 pasajeros y 1.253 tripulantes. Alcanza la misma velocidad máxima que su predecesor; eso si, utilizando una menor potencia (157.000 HP), esta vez producidos por una moderna planta de generadores diesel ayudados por unas turbinas de gas en momentos de demanda de máxima potencia.
El Queen Mary II ha rendido honores a su predecesor. Ahora cabe esperar que las singladuras den lugar a las múltiples historias que rodean al Queen Mary. ¡Que Dios salve a la Reina!, aunque en este caso sea de los mares.
Gaztelupe
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